El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, llamó este martes a los 19 presidentes autonómicos y al de la FEMP con el propósito de ganarse el apoyo de dos de ellos en concreto. El lehendakari, Íñigo Urkullu, y el presidente de la Generalitat catalana, Quim Torra, fueron los primeros en ser llamados y a ellos Sánchez les lanzó las propuestas más concretas sobre lo que pasará después de una investidura que depende de que al "sí" del PNV se sume la abstención de ERC. 

En distinto grado, Urkullu y Torra reinvindican una nueva relación con el Gobierno central y en los dos casos Sánchez se ha abierto a hablar. Pero solo después de que haya Gobierno y la legislatura eche a andar, la urgencia que ha repetido a todos los demás presidentes. También les ha adelantado que en el debate de investidura convocará una Conferencia de Presidentes, la reunión anual de líderes autonómicos en el Senado que lleva sin celebrarse desde 2017 y a la que no suelen acudir los presidentes vasco y catalán por ser un foro autonómico. La portavoz del Govern, Meritxell Budó, ya ha avanzado que Torra no asistirá.

Reunión sin renunciar a la independencia

De entre todas, la llamada rodeada de más expectación ha sido la que ha hecho Sánchez a Torra, casi a las 9.20 de la mañana. Salvo algún contacto informal, llevaban sin hablar casi un año –desde la cumbre de Pedralbes– que ha estado lleno de desencuentros, desafíos e incluso de la negativa de Sánchez a coger el teléfono a Torra, algo de lo que este marte se le ha quejado el president. 

En una conversación de un cuarto de hora, Sánchez ha coincidido con Torra en que en Cataluña hay un conflicto "político" y ha escuchado cómo el catalán insistía en celebrar un referendum de independencia, poner "fin a la represión" y la "libertad de los presos políticos". Torra le ha comunicado que "se mantendrá en sus principales reivindicaciones» en la reunión que también este martes han acordado celebrar cuando haya Gobierno. Será cuando empiece una legislatura que Sánchez quiere que sea la del "diálogo" y la que "reduzca la tensión territorial". El presidente no ha visto "problema" en verse con Torra y escuchar reclamaciones que dio por supuesto que no va a abandonar, la autodeterminación y los "presos políticos".

Torra también ha recriminado a Sánchez "la dureza de su campaña contra el independentismo" y el presidente ha recalcado que España es un Estado de Derecho "que defiende plenamente la independencia de la justicia".

Aunque se reunirá con Torra, no será un paso bilateral porque Sánchez anunció que lo hará con todos. También Urkullu, mucho más dispuesto a facilitar la investidura y también con reivindicaciones propias.

Nuevo estatuto para Euskadi

El lehendakari ha recordado a Sánchez que "no se ha cumplido" la transferencia de competencias y Sánchez se ha comprometido a completarla tras la investidura. 

Además, el presidente se ha abierto a "renovar" el Estatuto de autonomía vasco, que data de 1979, aunque mediante "la vía del PSE", que se diferencia en la reforma que propone el PNV en que no contiene la referencia al derecho de autodeterminación que han introducido los nacionalistas vascos. No es comparable al desafío catalán, pero el PNV propone pactar con el Gobierno la celebración de un referendum para hacerlo efectivo.

Presupuestos y financiación

Después de hablar con Urkullu y Torra, Sánchez ya no ha hecho demasiados compromisos al resto de presidentes, más allá de que se reunirá con ellos y de escuchar inquietudes económicas, de infraestructuras y también políticas, también en el PSOE. El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García Page, sugirió que intente la abstención del PP y respete la Constitución.

Sánchez ha insistido ante los presidentes que se necesita un nuevo Gobierno para que vean la luz dos instrumentos que mejorarán la vida en sus territorios y responderán a sus demandas de años. Así, les ha advertido de que solo será posible si y hay Presupuestos para 2020 –la no aprobación de los de 2019 impidió una relajación del objetivo de déficit que habría permitido contar con 5.000 millones más para las comunidades– y un nuevo sistema de financiación autonómica, que Sánchez se ha comprometido a impulsar finalmente.

Investidura inmediata

Sobre todas estas conversaciones, como es normal, ha sobrevolado la cuestión de la fecha de la sesión de investidura, que Sánchez insiste en que quiere que sea "cuanto antes". Aunque en Moncloa ya no ven diferencia entre usar un término u otro, la investidura podría estar muy cerca, según lo que Sánchez ha trasladado a los presidentes y lo que éstos han percibido de sus palabras.

Al presidente gallego, Alberto Núñez-Feijóo, le ha dicho que "intentará superar la investidura de manera inmediata" y al canario, Ángel Víctor Torres, que lo "peleará" antes de fin de año. 

El presidente de Aragón, Javier Lambán, ha avanzado que todo "se materializará" "muy pronto". "Él sí cree que va a salir", ha dicho el cántabro, Miguel Ángel Revilla. 

La fecha para la sesión de investidura la corresponde fijarla oficialmente a la presidenta del Congreso, Meritxell Batet, que podría hacerlo en cualquier momento, puesto que no hay estipulado ningún plazo para ello. 

Contactos con sindicatos y patronal

Se desconoce cuándo lo hará, pero no la agenda para este miércoles del presidente en funciones, que continuará con contactos a favor de la investidura.

En este caso, con los agentes sociales -sindicatos y organizaciones empresariales- para trasladarle su compromiso con los presidentes autonómicos, de aprobar un nuevo sistema de financiación o unos Presupuestos que incrementen el gasto social y "comunicarles su voluntad de conseguir la investidura", según han informado fuentes de Moncloa.